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Las cuentas claras hacen los buenos amigos
Eustasio López cree que Tadeo debe costear ‘sus’ fichajes

El fichaje de Martín Hidalgo marca el principio de las desavenencias. El de Marco Haber es el último.

Patricio Viñayo. 18.5.99
La ilusión de los aficionados tiene un precio. Este año son 2.400 millones de déficit. Si no se asciende, el próximo año serán más de 3.000 millones. Si se asciende, los accionistas mayoritarios que se quedan en el club cifran en más de 5.000 millones de pesetas el déficit, según el ambicioso plan de actuación que hay perfilado, y que admite con naturalidad José Abraham Domínguez. “Si yo estoy aquí quiero lo mejor para el club”.

Estas cifras deberían alarmar a quienes van a responder con su patrimonio más que al diputado nacional por Coalición Canaria José Carlos Mauricio, que se pregunta: “¿Pero alguien cree que estos señores deben soportar ellos solos más de 2.000 millones de déficit»” Si Mauricio conoce los planes de futuro encontrará más razones para tratar de impulsar el desembarco en la Unión Deportiva de un amplio espectro del empresariado de la provincia de Las Palmas.

Esta operación de acercamiento puede tener sus primeros efectos en la reunión del consejo de la U. D. que se celebrará hoy (que no hay que confundir con las reuniones de Gerencia Deportiva SA, la sociedad creada por los accionistas mayoritarios), donde Ángel Luis Tadeo tenía pensado presentar su dimisión por escrito, a no ser que haya cambios de última hora.

Pero no es fácil. El documento de compraventa de acciones (Lopesan y Hnos. Domínguez compran a Tadeo y Germán Suárez, respectivamente, según el emparejamiento recogido por escrito por el abogado Antonio Sánchez Tetares, presente en la reunión celebrada en Astican el lunes, 10 de mayo) no fue firmado por Eustasio López porque explicó que no recordaba a través de qué sociedad participaba en Gerencia Deportiva SA, la depositaria de los títulos de los accionistas mayoritarios de la U. D. Las Palmas. Las otras tres sociedades que componen Gerencia Deportiva, a través de las que están representados los otros grupos, son: Sociedad Viñedos Maspalomas SA, Erdosan SA y Promotafe SA.

Hace dos años se decidió que los Domínguez y Lopesan se encargarían de la parte económica y Germán Suárez y Tadeo de la deportiva. Por esa razón extraña aún más el ‘olvido’ de Eustasio López, que llegó a la reunión con hora y media de retraso, el tiempo que hizo esperar a los presentes.

Las cuentas son las siguientes. La temporada pasada se cerró con una deuda de 600 millones. La venta de ‘Turu’ Flores y Manuel Pablo ascendió a 1.200 millones de pesetas, la de Marcelino a 125 y se cobraron 50 millones del Mallorca al convertirse Valerón en internacional. Total: 1.400 millones de ingresos. Una vez abonada la deuda, quedaban 800 millones de pesetas para gastar, según se aprobó en consejo, para fijar el déficit acordado en 1.600 millones (al que se llegó atendiendo a los gastos e ingresos actuales del club). Tadeo gastó el doble y el déficit se disparó a 2.400 millones. En definitiva, que esos 800 millones de exceso suponen 200 millones más que afrontaría cada uno de los cuatro accionistas ó 400 millones a dividir entre los dos que se quedan. Germán Suárez apoya la idea de que el gasto es de todos y los hermanos Domínguez se muestran dispuestos a asumirlo.

El papel de la Caja

Otro punto de conflicto entre los accionistas es el acuerdo con la Caja Insular. Mientras unos accionistas alaban el trato firmado con el club, otros lo consideran una hipoteca. De ahí, probablemente, la campaña desatada en otro medio contra los hermanos Domínguez, so pretexto de pintadas en el Insular y advertencias de la posibilidad de que ‘vendan el club’ a una empresa peninsular.

Los 125.000 metros cuadrados de terreno en Barranco Seco (85.000 de ellos permutados al colegio Heidelberg esta temporada) pueden ser un aliciente para futuros inversores, pero las acusaciones contra los hermanos Domínguez pueden pretender, en realidad, la vuelta de Tadeo para asegurar (innecesariamente, puesto que no hay avales personales en este caso) que la entidad de ahorro cobre los dos préstamos que propició el todavía presidente en nombre de la Unión Deportiva: uno de 600 millones y otro de 500. Ambos proporcionaron liquidez para que la ‘maquinaria amarilla’ siguiera funcionando, cobraran sus empleados y llegaran los últimos fichajes. El primer préstamo se pagará en cinco años, a razón de 120 millones por año (quedan cuatro) que se detraen de lo que la propia Caja cobra –otro beneficio– por los abonos (este año, 560 millones). El segundo préstamo se compensa con publicidad en las camisetas, también en cinco años, a razón de 100 millones por año. La Caja y el club han cifrado la serigrafía de ‘la palmera’ en el equipaje en 75 millones si el equipo milita en Segunda (lo que obliga a la U. D. a pagar 25 millones para completar los cien) y 100 si está en Primera. ¿Alguien podría beneficiar más a la U. D.» La respuesta, en el 2004.