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La afición expresa su rechazo con pintadas en el Insular

Una de las pintadas con las que apareció ayer la fachada norte del Estadio Insular.
Desde el descenso a Segunda División B no se recuerda una actitud tan crítica con la Unión Deportiva Las Palmas
PATRICIO VIÑAYO. LA PROVINCIA. 3.5.99
Desde el descenso a Segunda B no se vive en el entorno de la U. D. Las Palmas un clima igual de crispación. La derrota sufrida en Orense ha tenido efectos inmediatos. El Estadio Insular amaneció ayer cubierto de pintadas en las que se arremetía contra jugadores, cuerpo técnico y consejo de administración. Cuando acabó el partido que jugó ayer por la mañana Las Palmas B contra el Arona (9-0), que lo clasifica matemáticamente para la liguilla de ascenso, los casi 300 espectadores presentes –un tercio de los que suelen acudir– despidieron al equipo con un grito que se coreó de forma incesante y airada: “¡Cantera!” Más que una petición deportiva, el clamor resumía el rechazo a la marcha del primer equipo amarillo.

El partido de Las Palmas B no fue un partido cualquiera. Según familiares de los jugadores, los filiales temían que el público pagara con ellos el enfado con el primer equipo. Nada más lejos de la realidad. La coincidencia entre la derrota del primer equipo en Orense y la mayor goleada de la temporada del filial un día después sirvió para que se coreara desde la grada la palabra cantera, el cántico “Oé, amarillo, oé, oé”, “Esto sí que es, un pedazo equipo”.

No muy lejos de allí, en Tafira, el Universidad ganaba por 2-0 al Ferrol y un aficionado en el Insular decía: “Si el Universidad sube a Segunda, le ponemos Gran Canaria y mandamos a todos estos [en referencia al primer equipo de la Unión Deportiva] a tomar...”