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ACOSO Y DERRIBO DEL OLD INSULAR

© JAVIER DOMÍNGUEZ GARCÍA. 2005*

La bravuconería de Eufemiano Fuentes, presidente del Marino F.C, ante el presidente del Victoria el Sr Montenegro cuando no dejó ampliar una grada en el recinto porteño del Pepe Gonçalves fue la causa del nacimiento del viejo estadio Insular, el Old Insular que diría un inglés.

¡Pues yo construyo uno propio! dijo el industrial tabaquero a Montenegro. Y empezó la historia del que ha sido por mas de sesenta años el principal coliseo de la ciudad de Las Palmas. Sucedía por el año 1943 y el primer partido oficial tuvo lugar el día de Navidad de 1944 entre las selecciones de Las Palmas y el Puerto. Las dos escuelas futboleras existentes de la cantera canaria de los años cuarenta. A partir de ahí sería campo del Marino F.C, primero como Estadio de Las Palmas y luego, tras la compra por parte del Cabildo, pasa a ser el Estadio Insular con el ascenso de la Unión Deportiva a Primera División. A lo largo de este período este recinto se convierte en el escenario de grandes acontecimientos deportivos y sociales que congregan a los ciudadanos de Las Palmas . Sitio de encuentro donde en múltiples ocasiones se han reunido decenas de miles de ciudadanos en apoyo a sus ídolos individuales o colectivos que con sentimiento noble y deportivo defendían el pabellón insular de la isla de Gran Canaria con sus divisas amarilla y azul. Escenario donde se presentaron ante la afición insular grandes figuras del balompié o de otros deportes como el boxeo, la ancestral lucha canaria o los legendarios globber-trotters americanos en una exhibición del entonces desconocido "basket". Lugar de muchos recuerdos para tantos que gracias al fútbol vieron llegar las glorias de las islas a lejanos territorios y donde nos sentimos tantas veces orgullosos de nuestra canariedad.

Un importante porcentaje de ciudadanos y ciudadanas consideran que hay que conservar el edificio en recuerdo de estas glorias pasadas.

Estas argumentaciones que se manifiestan en contra de su derribo tienen una base social e histórica asentada desde los años sesenta hasta los ochenta, coincidiendo con las temporadas que el equipo de la Unión Deportiva Las Palmas destacaba en el panorama futbolístico nacional. Hay una generación de ciudadanos y ciudadanas de edades entre 40 a 65 años que tuvieron en el Old Insular el punto de referencia de sus emociones, sentimientos y festejos durante un largo período de su existencia , desde niños y niñas a hombres y mujeres. En el Estadio se vivieron muchas emociones no solo deportivas pues se utilizó para actuaciones de divos del canto como Alfredo Kraus o para mítines políticos en los primeros años de la transición , para los concursos de murgas en Carnavales, conciertos de rock y también para manifestar cualquier cosa o cantar un riki-raka.

No creemos que esos recuerdos y nostalgias sean razón suficiente para conservar un recinto sin darle un uso público adecuado a los tiempos que corren por el siglo veintiuno. La edificación ya ha cumplido con creces durante más de seis décadas su múltiple función y ahora su espacio puede ser usado de otra manera. Su conservación no es acorde con estos tiempos. Es un gran inconveniente en el centro de la ciudad. Entendemos que el sentimiento de ver derribar nuestro fortín es muy triste pero los lugares públicos deben tener una función para la ciudadanía que el viejo recinto ya no puede dar a pesar de nuestros recuerdos de tanto tiempo pasado en el recinto de la Ciudad Jardín.

Desde hace dos temporadas la principal actividad del viejo estadio se ha trasladado al nuevo y flamante Estadio de Gran Canaria. La demolición y construcción de un parque en su solar ya estaba prevista por los organismos correspondientes desde hace tiempo. Parecía que todos estaban de acuerdo con el derribo ¿Porqué ahora se alega el valor arquitectónico del recinto para paralizarlo?. ¿No valen los informes realizados en su momento que no impedían su derribo? Es la constante de nuestra política. Lo tuyo no vale porque lo haces tu y no yo. No hay razón de peso para impedir el derribo conservando los elementos de valor. No entendemos mucho técnicamente, pero es palpable que existen otros monumentos catalogados en el más despreciable abandono y nadie de la clase política dice nada. En nuestra geografía insular podemos ver hasta algunos yacimientos prehistóricos como basureros.

Lo razonable sería que el Old Insular se convierta como estaba previsto en un nuevo parque de la ciudad. Un parque que refleje ese sentimiento de historia y canariedad .Que homenajee a los héroes isleños, la memoria de Tonono y Juanito Guedes con sus estatuas y a todos los que jugaron en su hierba ,con un gran monumento al fútbol canario, un museo histórico y otras equipaciones pero que además sea un lugar donde los niños jueguen al fútbol y puedan practicar otros deportes. Un lugar de paz y tranquilidad. Donde haya jardines, jaulas de pájaros y palmeras canarias. Que se alce una torre, recordando a la vieja Fedora y se reconstruya el marcador del Rumbo.

Habrá también que poner mástiles con las banderas de los equipos en días de partido y por supuesto cantina y terraza para que toda esa generación de canarios ya jubilados, sus hijos y sus nietos puedan disfrutar sentados en la grada curva, leyendo tranquilamente y oteando en el horizonte el puerto de Gran Canaria sobre el sonoro atlántico, recordando aquél gol que Germán le marcó al Barcelona ……..

Una vez mas el acoso de la clase política canaria en su pelea por cortar la cinta de inauguración es la que va a perjudicar a los ciudadanos de Las Palmas y les retrasará el disfrute de un bien urbano que les corresponde. Pues estamos seguros que se tardará mas de la cuenta, pero al final se tendrá un glorioso parque: el Old Insular Park

Javier Domínguez

*Profesor. Miembro de la comisión del Centenario del Marino F.C.