©JAVIER DOMÍNGUEZ GARCÍA. 2007 En el año 1919 se habían pasado los inconvenientes de la guerra europea. La presencia de submarinos en aguas canarias impedía el tránsito marítimo con la Península y resto de Europa. Se llevaba tiempo tratando de buscar el enfrentamiento de los equipos isleños con otros foráneos sin plasmarse por los citados inconvenientes, y aunque se aprovechaba la estancia de buques en el puerto para organizar partidas que servían para conocer las novedades en cuanto a tácticas y reglamentación, no siempre los equipos formados por las tripulaciones de los barcos tenían la suficiente entidad para contrastar la potencia y juego de los equipos isleños. Las gestiones realizadas para la presencia de algún equipo puntero en las islas no habían tenido éxito hasta el momento. Además de las las penurias de los años de guerra, no solo fue la imposibilidad de viajar por el peligro que existía, sino las consecuencias que trajo a las islas una gran epidemia de gripe que influyó notablemente en la población y con ello en la actividad futbolística de aquellos años. Continuaron las confrontaciones insulares con bastante frecuencia pero el acontecimiento histórico lo constituyó la visita del Real Betis Balompié en el mes de Octubre a Las Palmas y en Noviembre a Tenerife.
Era el Betis uno de los mejores equipos de Andalucía, aunque el campeón de Andalucía aquel año, y por ello jugó la Copa de S.M. el Rey por primera vez, fue su eterno rival el Sevilla F.C. De todas formas, el Betis contaba con renombre en el panorama balompédico nacional y era equipo conocido por referencias en las islas. La expectación para los choques programados fue muy grande, dándose cita numerosos aficionados en el Puerto de La Luz cuando arribó el vapor que los traía de Sevilla. Asimismo se programaron agasajos y recepciones en los distintos patrocinadores de los equipos locales como Victoria y Marino. La prensa daba cuenta de los entrenamientos que realizaban los equipos canarios así como la lista de jugadores que desplazaba el Betis al Archipiélago formada por Portillo, Vilche, Peña, Barragán, Rey, Iglesias, Carmelo, Henke, León y Paquirri; y como suplentes Calvo, Mora y otros dos mas que no citan.
Con un gran ambiente se presentó el Betis en el Campo España ante el Victoria, resultando con empate a un gol.El Victoria se había reorganizado para este lance, reintegrándose a sus colores Gonçalvez, Prada y Ramoncito. El siguiente partido fue contra el Gran Canaria, a quien los verdiblancos golearon por 5-1, con una desdichada actuación del meta local Paco Pico. Terminó la estancia en Las Palmas frente al Marino, el mejor equipo en esos momentos, quien derrotó a los andaluces por 2-1 desplegando un brillante juego que aplaudieron los aficionados que se dieron cita en gran número aquella tarde de octubre. Los andaluces, sorprendidos con la inesperada derrota, pidieron la revancha para la vuelta de sus compromisos en Tenerife.
Después de esta triunfal presentación en Gran Canaria, viajó el Betis a Tenerife para medirse con los equipos de aquella isla en Santa Cruz y La Laguna. El Sporting de Tenerife se había estado preparando a conciencia para sus enfrentamientos con los blanquiverdes a las órdenes de un prestigioso "sportman" Sr Leiníes, antiguo jugador del Madrid F.C.
EL BETIS TAMPOCO PUDO CON EL MARINO EN SU REVANCHA
Después de las actuaciones en Tenerife, el Betis regresó a Las Palmas para saldar sus cuentas con el Marino, El Betis embarcó de regreso hacia Las Palmas donde se enfrentó al Marino en el partido de revancha. Este partido no llegó a su fin pues se dió por terminado cuando el marcador señalaba empate a uno, debido a los incidentes y brusquedades en el juego, sobre todo por los parte de los béticos, que no esperaban el buen juego realizado por los marinistas. Con ello, el simpático equipo andaluz, dejó escrita esta página en la historia del futbol canario dejando nuevas influencias entre los numerosos practicantes que había entonces por las islas.
Extracto del LIBRO "100 años de fútbol en Canarias" .©Javier Domínguez García.1998
Futbolistas canarios en el Betis:
Timimi 1931-35 : El temor del coloso
Pepín: 1960-65 : El héroe de Belfast
En el año 1919 se habían pasado los inconvenientes de la guerra europea. La presencia de submarinos en aguas canarias impedía el tránsito marítimo con la Península y resto de Europa. Se llevaba tiempo tratando de buscar el enfrentamiento de los equipos isleños con otros foráneos sin plasmarse por los citados inconvenientes, y aunque se aprovechaba la estancia de buques en el puerto para organizar partidas , no siempre los equipos formados por las tripulaciones