TRAYECTORIA DEPORTIVA:
Alfonso Siva Placeres,
nació en Las Palmas el 19 de marzo de 1926. Empezó de
chiquillo a dar patadas al balón en el Colegio de los
franciscanos de la calle Padre Cueto. Su primer equipo fue el de su
barrio, Santa Catalina, equipo vivero de la cantera canaria
y por donde pasaron grandes mitos del fútbol insular como
Padrón "el sueco", Luis Valle,
Oramas, Espino "el jardinero" y un largo
etcétera de buenos futbolistas que alcanzaron fama con sus
triunfos en los estadios insulares y del resto de la geografía
española.
En su primer club tiene como compañeros a los hermanos
Brisson, Vera, Hernández "Lobito
negro", y otros muchos jóvenes entusiastas de este
deporte. Su finura y elegancia en el juego y su dominio del
balón destacaron como cualidades del joven futbolista, al
que con 17 recién cumplidos incorpora el
Real Victoria a sus filas.
A los grandes triunfos, que por entonces cosechaba el club albinegro
de La Isleta, colabora Silva con su vistoso juego y su gran
efectividad goleadora. El público se entusiasma con su juego
de tal forma que aparecen legiones de seguidores incondicionales
que acuden al campo sólo a presenciar sus actuaciones. Gana con los
realistas el Campeonato de Canarias de 1942 y hace doblete en
1944, al obtener el título de Campeón en la Liga
Canaria de 1944.
Al año siguiente obtiene el subcampeonato en la Liga tras el
Hespérides lagunero, volviendo a ser Campeón en
1946. Jugaba esos mismos años en el Victoria junto a
Silva, otro gran jugador,
Rafael Mujica,
que seguiría sus pasos en el Atlético de Madrid y
la U.D. Las Palmas.
A la legión de seguidores que arrastraba se oponían
otros detractores , que sin dejar de admirar su juego, le censuraban
su indisciplina o manías que le caracterizaron a lo largo de
su carrera. Sin duda ya desde entonces Silva era un
ídolo del fútbol canario y entraba a formar parte de
las leyendas del mismo.
Su fichaje por un grande estaba cantado y fue el equipo del
Atlético de Madrid quien lo incorpora a sus filas. Era el
equipo madrileño el de los canarios, pues todavía
militaban aquellos que habían obtenido grandes
éxitos como Arencibia, Paco Campos,
Machín, Mesa, etc... cuando conquistaron las
Ligas de 1939-40 y 40-41, en el entonces
Atlético Aviación como llamaban al equipo
colchonero en los años posteriores a la guerra civil.
Se encontró Silva a su llegada al Atlético a
estas viejas glorias del futbol insular constituidas en figuras en
el nacional, y a quienes relevaría en sus triunfos en el
equipo de la capital. Es en la temporada 46-47 cuando se incorpora
al equipo colchonero donde también figuraban otros
isleños como Farías, el portero
Pérez, Nuñez o Hernández.
Su juego admiró a los aficionados madrileños quienes
no olvidan las páginas de oro que escribió Silva
junto a otros jugadores salidos de las islas como eran
Mujica,
Miguel "el palmero", Torres,
Agustín, Montes y Lobito Negro. en el
viejo estadio Metropolitano. Aquellos años la rivalidad local
Marino - Victoria se había llevado a Madrid donde
también en el Real Madrid destacaba
Luis Molowny, otra
leyenda del fútbol isleño, junto a Cabrera y
Gallardo.
En las temporadas 49-50 y 50-51 el Atlético consigue el
Campeonato de Liga a las órdenes del "mago"
Helenio Herrera. Junto a Silva y los demás
canarios se alinean en el equipo campeón auténticos
cracks como el sueco Carlsson y el marroquí
Ben Barek, quienes junto a Juncosa, Escudero o
el portero francés Marcel Domingo, que con el tiempo
entrenaría a la U.D Las Palmas, formaban el mejor
conjunto del fútbol hispano.
Coinciden estos años con la fundación de la
U.D. Las Palmas, que de haberlo hecho unos años antes,
con todos estos canarios, hubiera sido un gran equipo en el panorama
nacional. Como muestra de ello basta recordar al memorable partido
que la Selección Canaria disputó el 10 de Enero
de 1950, al imbatido conjunto argentino del San Lorenzo de Almagro
al que venció por 4-2 en el estadio de Chamartín y en
el que Silva deleitó con su juego junto a otros
grandes jugadores insulares que figuraban en los mejores clubs
españoles como
Molowny,
Cabrera, Gallardo,
Rosendo Hernández,
Lobito Negro, etc..
Su calidad y buen juego le llevan a vestir la camiseta nacional
por primera vez el 2 de enero de 1949 en Barcelona frente a
Bélgica, siendo el autor del gol que supuso el empate para
España. Jugó cuatro partidos más con la
selección frente a Portugal, Italia, Suecia en el mundial de
1950 en Sao Paulo y su última actuación el 18 de
febrero de 1951 frente a Suiza en Madrid con un gran triunfo por
6-3. Tuvo al tinerfeño
Luis Molowny
y al palmero
Rosendo Hernández
como compañeros en la
selección en los mundiales de Brasil de 1950 donde
España obtuvo la mejor clasificación de su historia,
el 4º puesto.
Después de nueve temporadas en el equipo colchonero,
al comienzo de la 56-57 el entrenador Barrios le aparta del
equipo por problemas disciplinarios. Permanece varios meses sin
jugar cuando la afición canaria le reclamaba para
incorporarse al equipo de su tierra. Se realizaron unas arduas
gestiones por medio de la directiva amarilla presidida por
D. Luis Navarro Carló y la influencia de
políticos canarios de entonces como Matías Vega
o Blas Pérez, ministro de gobernación, ante
los directivos del Atlético hicieron posible su traspaso a la
U.D. Las Palmas que pagó 300.000 pesetas al
club de la capital de España. Para conseguir esta cantidad
colaboró entusiastamente la afición amarilla con un
bono de ayuda pro-fichaje de Silva que se
vendió junto a las entradas.
El 9 de enero de 1957 firma Silva por el equipo canario,
donde cerraría su brillante carrera como futbolista.
Al primer entrenamiento de Silva en la U.D. Las Palmas
acudieron mas de 2000 aficionados al
Estadio Insular.
Su primer partido con los amarillos fue el 13 de enero de 1957 en el
estadio de Riazor frente al Deportivo, alineándose de
delantero centro. Venció nuestro equipo por 1-2. Su
presentación ante los aficionados grancanarios tuvo lugar el
27 de enero frente al Atlhetic de Bilbao. El
Estadio Insular
era una fiesta de bienvenida al ídolo. Llenazo hasta la
bandera para presenciar una de las tardes mas memorables que se
recuerdan, con una soberbia actuación del ex-jugador
atlético. Obtuvo un gol de los cuatro que recibieron los
leones vascos, y su juego brillante y preciosista llevó el
delirio al graderío donde podían verse multitud de
pancartas con consignas como Silva, juega como quieras, o
una de ellas donde por primera vez se llamó a un
jugador maestro.
Permaneció en la U.D. Las Palmas hasta el final de la
temporada 58-59 en que colgó las botas a los 33 años.
Su último partido de amarillo fue el 5 de abril de 1959
frente al F.C Barcelona formado en aquel momento por Ramallets,
Suárez, Czibor, Segarra,
Martínez, etc.. gran conjunto que con su triunfo en el
Estadio Insular
por 0-2 ganaba el Campeonato en aquella temporada.
Jugó Silva con la U.D.Las Palmas un
total de 34 partidos de Liga con 12 goles y 6 de
Copa con 3 goles, contribuyendo junto a compañeros
como
Mujica,
Macario,
Felo,
Pepín, Beltrán,... a
la permanencia en Primera Division
en esas temporadas. Son muchos los viejos aficionados los que
opinan que Alfonso Silva ha sido el mejor jugador salido de
las islas.
Una vez acabada su etapa como jugador, hizo sus pinitos como
entrenador en Alemania donde se estableció en la ciudad de
Konstanz, fronteriza con Suiza, país donde llegó a
entrenar al Kreuzlinger, y donde reside en la actualidad. Anualmente,
en invierno, viene a pasar unos meses en el sur de Gran Canaria.
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